Es
sin lugar a dudas uno de lugares mas desconocidos del entorno, a pesar que
la gente mayor de La Iruela recuerdan haber ido de pequeños aquel paraje
cercano a su municipio. También debemos decir que su ubicación es de
difícil visualización entre el pinar, pensamos que hace algunos siglos
estaría mas a la vista si consideramos quizás una cubierta
vegetal de matorral o de otros árboles mas aclarados. De todas maneras su
ubicación justifica su visita.
El termino ermita
proviene de eremita ( el que vive solo dedicado al culto en lugares
apartados y por lo general yermos) Si atendemos a la definición desde luego
la ermita del arroyo Magdalena responde a la perfección a este lugar
indicado para estar apartado, en soledad para el culto ya que su ubicación,
debajo de una pared rocosa en una de las estribaciones septentrionales de la
sierra próxima a La Iruela, lo justifican. Si además en el abrigo o covacha
que forma este paredón sobre los muros de la ermita hay una raja,
sifón o turgencia que hace que brote el nacimiento del arroyo, le dan
al lugar connotaciones rituales que se remontarían a la
tradición clásica.
El eremitorio se
encuentra al unos 2 Km. del camino de herradura que desde el lavadero de La
iruela parte para atravesar la sierra hasta la Fuente del Oso, separado del
camino unos 4000m hacia el sur de este camino.
Su planta es
irregular tendiendo a rectangular. esta cerrado hacia el norte y este por
muros de piedra de mampuesto irregular y en algunas ocasiones las piedras
son ciclópeas e incluso la roca se corta para servir de sillares a los
paramentos. La entrada es estrecha y en pendiente a través de un vano
adintelado. Unos escalones sirven de acceso a la gran plataforma que
forma la ermita . La situación de la ermita es de total ruina,
quedando una división interna hacia el Oeste realizada con muros de sillares
irregulares y la roca cortada que nos ofrecen otro espacio a modo de
coro a diferente altura. En su día debió de estar cubierta, se observan los
arranques de las bóvedas de yeseria y las esperas de estas bovedas sobre la
pared rocosa del abrigo. Queda a mitad de la planta de la ermita pegado
hacia lo mas profundo del abrigo la turgencia del arroyo Magdalena que en
época de lluvias es de una gran belleza.
De los elementos
decorativos a penas si quedan algunos detalles, destacamos las pinturas
sobre las paredes de la roca a la entrada y en el interior del
eremitorio. Representan escenas figurativas, símbolos y cruces relacionadas
con la pasión de Cristo. Son monocromas y de mala calidad.
Solo hemos
encontrado una referencia de este lugar en el catastro del marques de
la Ensenada de mitad del S. XVIII, hace referencia a la ermita del
nacimiento del arroyo Magdalena pero atribuyéndolo al termino de Cazorla. Si
suponemos que es la misma ermita y que en esta época ya existía, si
atendemos a los arranques de las bovedas de yeseria, a la simbología de las
pinturas y a la elección del sitio podemos pensar en una
cronología del S. XVII.
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