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A veces la narrativa histórica ha diseñado la historia de un pueblo
o municipio, todo ello a expensas de un bien intencionado sentido de
ornamentar los orígenes de ese lugar, creyendo, erróneamente darle
prestigio hoy, cuanto mas lo tuviera en el pasado. Quizás sea el caso de Cazorla. Por similitud con algunos topónimos designados por cronistas
romanos como Estrabon o Plinio, se ha buscado su relación con esta
ciudad. Cazorla probablemente no es Castao, ni Carcesa, tampoco Qasturra. No era una
gran ciudad musulmana en los tiempos de la conquista por Ximénez de Rada, pero llegaría a
serlo durante el periodo cristiano del Adelantamiento de su propio nombre.
La ubicación de Cazorla no es la más propicia para un asentamiento
humano. Las características del sitio no son las más idóneas para ello.
Por eso la abundancia de yacimientos arqueológicos es bastante limitada.
Los primeros restos de la presencia humana en nuestra tierra, tiene que ver
con las idas y venidas de pastores de un momento muy avanzado del
neolítico, que recorrían todo el pie de monte desde Huesa hasta Cazorla
dejando algunas huellas de su paso.
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Desprendimientos y
corrimientos de tierras en la plaza Sta. Maria durante la década 1920.
Cazorla. Foto Mackay. |
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Las más antiguas se encuentran muy alejadas de Cazorla, nos
referimos al abrigo de Valdecuevas en las proximidades de la Nava de San
Pedro. Perteneciente a un epipaleolítico o neolítico antiguo
Muy cerca, en el paraje del Chorro, se han encontrado restos de
decoración pintada en algún abrigo rocoso en conexión con el rico
patrimonio de arte rupestre de Quesada.
También podemos adscribir a este momento algunos elementos de silex,
encontrados en los alrededores del Chorro y de las cuevas de Montesión que están caracterizados por
ser piezas denticuladas. |
Abrigo de Valdecuevas. Cazorla |
De un momento posterior son los restos hallados en las terrazas mas
altas del valle del Guadalquivir próximas a la aldea de Valdecazorla, son
cerámicas correspondientes a época del cobre y que estarían en función de
la explotación agraria del entorno.
A la época del Bronce pertenecen algunos
elementos encontrados en el cerro Bola que conserva restos de estructuras
de fortificación. También en el cerro de Cabeza del Rey, hemos encontrado
materiales cerámicos adscritos a este momento.
La presencia ibérica esta documentada en el posible poblado del
Molar, bajo la actual aldea de su mismo nombre y que podría fecharse entre
el S. V-IV a C. En Cabeza rey se ha documentado restos cerámicos algo más
tardíos, quizás de época ibero-romana. Igual sucede con el yacimiento
minero de los Castellones de Caviedes que podría haberse iniciado en el S.
III y llegar hasta la ocupación romana del S. I antes de nuestra era.
Cerro Bola también parece tener este horizonte. |
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Cerro de Salvatierra y a
su derecha el Cerro Bola |
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Vista aérea del Molar. La aldea actual se superpone al yacimiento ibérico |
Restos constructivos de los Cabezos de Caviedes |
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← Panoramica de los Peralejos.
Abundan los restos constructivos romanos. |
La rica campiña que se extiende al norte de Cazorla y que llega
hasta el río Guadalquivir, debió de atraer la ocupación romana. La villa
rustica de época imperial era el modelo mas característico del sistema
productivo esclavista romano. Cerca conocemos la villa de Bruñel, en
Quesada.
En nuestro término destaca fundamentalmente la de los Peralejos,
que por la dispersión de la cerámica debe tener un tamaño semejante a la
citada. Muy cerca de Cazorla, donde se ha construido el polígono
industrial, cerca del cortijo de los Prados se ha puesto de manifiesto un
asentamiento romano aun sin definir y con cerámicas "sigillata".
Abundantes restos romanos hemos ido encontrando a lo largo de las
terrazas altas del valle del rió Cerezuelo que parecen corresponderse con
pequeños establecimientos rurales de época tardía y algunos indefinidos
localizados en el valle del Guadalquivir entre el Molar y Sto. Tome.
La disgregación del imperio romano y la invasión visigoda no se va
hacer notar demasiado en nuestra tierra. Se conocen algunos elementos en
las cercanías de Chilluevar, Quesada y Toya, en este último caso no son
solo materiales de acarreo constructivo sino tumbas en el cercano cerro de
la Horca.
La llegada y desarrollo del mundo musulmán y de su cultura aceptada
por una gran parte de la población autóctona, va asentarse en este
territorio desde el periodo califal pero sobretodo en época de taifas y
del dominio almohade.
Cazorla, no ha sido nombrada hasta este momento en ninguna
referencia bibliográfica musulmana. Solo en la descripción de las
conquistas de don Rodrigo Ximénez de Rada, aparece como Castorla. Los
trabajos de documentación realizados sobre el Castillo de la Hiedra, nos
hacen pensar que esta construcción, casi en su totalidad, fue cristiana.
Los elementos constructivos que pudieran parecer islámicos creemos que es
fruto de los alarifes y obreros que trabajaron en su construcción. En
cuanto al Castillo de las Cinco Esquinas o de Salvatierra, hemos podido
documentar que es una fortaleza con dos fases diferentes. Una musulmana
con tres recintos y mampostería de sillarejo en sus paramentos, quizás de
época almohade S. XII-XIII. Otra cristiana que se adosa sobre la anterior
levantando un muro de mampuesto irregular y una gran torre de planta
pentagonal y dos alturas, presenta bóvedas de crucería y arcos apuntados.
Posiblemente del S. XIV en pleno desarrollo de la estabilidad del
territorio por parte del arzobispado de Toledo. En el resto de Cazorla no
encontramos ni un solo resto de elementos materiales o constructivos de
época musulmana. |
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Panoramica del Castillo Salvatierra.
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Detalle de la unión de los paramentos de las
dos fortificaciones. |
Por tanto, debemos imaginarnos
una pequeña fortaleza en lo alto del cerro de Salvatierra, que cumpliría
las funciones de control del amplio espacio que domina, sería un Hims o
lugar donde se protegería la población dispersa en el pie de monte de
nuestro entorno y del cercano valle del río Cerezuelo. A partir de la
presencia e incursiones cristianas en esta parte de Al Andalus, pasaría a
convertirse en un elemento mas de la línea de frontera frente a las
tierras cristianas al norte del Guadalquivir.
Las tierras concedidas al obispado de Toledo, como premio de
Fernando III a la colaboración de Ximénez de Rada en la toma de poder del
"rey santo" en Castilla y León, comprendería los territorios ubicados en
el entorno de Quesada, que era la puerta hacia la verdadera ambición del
arzobispo, la ciudad de Baza. Las circunstancias alteraron estos planes y
las posesiones de Toledo nunca sobrepasaron los límites de Guadiana Menor,
por lo que se ubico la primera capital del futuro adelantamiento en
Quesada. No duraría mucho tiempo esta capitalidad. El desarrollo del reino
nazarí y la proximidad de los musulmanes de Tíscar, hicieron muy poco
segura la plaza de Quesada que se vería sometida constantemente a saqueos e
incluso algunos llegaron a padecerse en úbeda, ciudad de realengo. La
corona incorporara Quesada a la jurisdicción de úbeda, teniendo que buscar
una nueva capitalidad el adelantamiento toledano. éste, desde años antes,
había comenzado a desarrollar políticas de poblamiento de lugares como
Cazorla, concediéndole tempranamente títulos de Villa. |
A partir de este momento e incluso después de la rendición de
Granada, Cazorla vivió en el entorno de su castillo y gobernado por
adelantados bajo la jurisdicción del arzobispado de Toledo.
Tendríamos que esperar hasta el S. XVI, para documentar la primera
transformación de nuestra ciudad.
Nos referimos al cambio de propietario que durante algo más de
medio siglo tuvieron estas tierras, la familia de Los Cobos o de Camarasa. |
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Con la
concesión hecha por el emperador a su secretario, este mecenas y su
hijo remodelaron urbanísticamente la vieja estructura medieval de Cazorla,
el diseño y construcción de la Plaza Sta. María, construyendo la bóveda
sobre el río para tal fin y levantar
encima el primer gran templo de esta ciudad.
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Panoramica de la plaza de Sta. Maria con la Iglesia en primer término |
Con la devolución
de la propiedad de estas tierras a Toledo, se produce la segunda gran
transformación urbanística, nos referimos al establecimiento de ordenes
conventuales que van a construir dependencia monásticas hacia la parte
este de la población, estructurando urbanisticamente lo que seria la
Cazorla del S XVII y de siglos venideros casi hasta la mitad del XX. |
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Tres ejemplos de
arquitectura conventual de la ciudad de Cazorla. Izquierda. San
Francisco. Centro. El Carmen. Derecha. La Merced. |
Desde Felipe IV la supresión de los señoríos y la venta de estos,
supusieron que gran parte de los nuevos adelantados fueran familias
aristocráticas que utilizaron estas posesiones para intentar enriquecerse,
cayendo nuestra localidad en un abandono progresivo. |
Con las desamortizaciones, la
iglesia toledana pierde la propiedad material aunque mantiene la
jurisdicción religiosa. La ocupación francesa en el S. XIX seria un
episodio más de la historia, saqueándose algunos conventos y quemando
algunos edificios, entre los que destaca lo poco que quedaba en pie de la
Iglesia de Sta. Maria.
Durante el S. XVIII y el
primer cuarto del S. XIX, estas tierras fueron declaradas provincia
marítima, siendo explotados sus bosques para la construcción de navíos en
Cartagena.
A partir del S. XIX, la
ruralización de nuestro municipio es generalizada y por estas fechas
siguen los pleitos iniciados en el S. XIV con La Iruela, por la división de
los terrenos mancomunados a los que habrá que sumar un nuevo municipio,
Sto. Tome. |
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Casa de las Cadenas del
ultimo tercio del siglo XIX. → |
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Con la llegada de finales
del S. XIX y la crisis de fin de siglo, se tornara a una oligarquía rural
que abuso del caciquismo para imponer a sus gobernantes.
Hacia los años de 1930 y
hasta la guerra civil se fundan sociedades de carácter sindicalista en
nuestra ciudad que durante el conflicto civil permanecerán fieles a la
Republica convirtiéndose en un lugar de retaguardia y de acogimiento de
huidos. |