La cuenca alta del chillar, sus escaleras y otras cosillas domésticas...

[pepecabrera]

Saliendo con el pariente a estas horas, algo raro pasa.

La tormenta de la tarde-noche anterior se empleó en el Santuario de la Virgen.

Por la ribera del Chillar.


161ª RUTA : 10-07-2013 : ESCALERA AMADOR-FUENTE NERPEÑOS-ARROYO CUCHARAS-CORTIJO Y PASÁ DEL CUCO-CORTIJOS DE ROBLE GORDO Y MORRO-PRADO BORDE-CORTIJO DEL OJUELO Y TINÁ-LANCHA LIMAS- L0MA DE LA CRUZ-CORTIJO TERRONES-CORTIJO DE LUCIANO-FUENTE NERPEÑOS-VADILLOS-ESCALERA DEL PUNTAL Y CORTIJO.

SE VE : CABALLO TORRASO-MORRONES CON SANTA MARÍA-LANCHA DEL CAGADERO-CORREDERAS-COLLADO DE LA CARRASCA DE LA SEÑA-AGUJERO DE CARRALES-POYO DE ARCE-EL HOYO

Acudir a la cita de Mariano es obligado, se trata de descubir Las Villas para los que todavía nos quedan rincones de esta bonita Sierra por desentrañar.

Las nubes descargaron sobre Las Villas en la tarde y noche anterior dando fresco verdor a este paisaje de paredes y barrancos que te atrapan conforme te introduces por sus bocas angulosas, por donde respiran sus alturas sacando sus cantarinas aguas al Grande.

Como enamorado de “toooas” las sierras y buen cicerone, el pariente “atiborra” de topónimos a su amigo David conforme la carretera vuelca al valle tras salir de Villanueva y las lanchas dibujan el horizonte.
Superar el Puente Ortega es romper en admiración las miradas a los cortados que acogen al Chincoya, al Chillar, al Martín y al María, cuatro arroyos villanos que se pasean por parajes de encanto, de paz, de sosigo y tranquilidad.

Nos adelantamos al paraje de Los Cerezos para apreciar una diferente mierera, cerca de la fuente, diferente en su concepción, en su construcción, a todas las que hemos visto hasta ahora, bien conservado este ingenio para la obtención, en su día, de la preciada miera.

Siguen lloviéndole topónimos de forma in misericorde, al ávido de saber, a David, hasta dejar el coche cerca del punto de salida de la Laguna de Carrales, en donde cogemos la “nombrada” Escalera de Amador, para pasar por el cortijo y descender, esta vez, de manera más sesgada al Chillar y ascender por su ribera hasta la Fuente de los Nerpeños, para berber su agua, sin sed, pero sin poder evitar remojar con frescor recuerdos de sed pasadas o futuras.

Encaminamos nuestros pasos a “La Pasá”, disfrutando de las riberas, de pinos y matas perlando gotas de la pasada lluvia que nos dan sensaciones de primavera en este julio del estío.

Así nos adentramos, tras pasar el Cucharas, en el Cuco, viendo el molino y asomándose a la fuente del avellano para apreciar el nacimiento.

Qué lugar esta Pasá, sin pasión lo digo, ella habla por sí sola. El Carrales se ha encargado de crear en la piedra un rincón “guapo”, cascada en figura, piedra lavada y perfilada, color de toba, agua que se rompe para crear microclima de vida a las plantas, ...

Dejamos este lugar tan comentado para, siguiendo la senda por El Carrales, aunque se pueden rodear los cortijos del Morro siguiendo el Ojuelo y el Hoyo, visitarlos y bajar a Prado Borde y ascender por la perdida senda, a veces, a los cortijos del Ojuelo y a sus tinás, por primera vez para mí.

El tiempo apremia, Morante hará el paseillo en los Sanfermines, la gente anda con “parsimonia” y hay que espabilar subiendo la cuesta que hay tras la tiná para tomar la Lancha de Limas y llegar a la Loma de la Cruz desde donde se divisan los cortijos de Los Terrones, y que a mí, particularmente, me sirve para “hacer chica la sierra”, me refiero, a situar dentro de mi mapa estos espacios comprendidos entre los que ya conozco.

Qué seguir diciendo de la cuidada senda, que nos deja en Los Terrones, a los pies de la Cuesta Juliana, la que se une a los Albardanos, la que lleva a la Lancha del Cagadero para tomar Las Correderas a partir del Puerto del Moro, la que baja al Chindo, para bajar a los Vadillos, o subir al collado para bajar al cortijo de La Peraleja y acceder a los Nerpeños o dirigirte al Cuco, o como más tarde veremos poder visitar el cortijo de Luciano.

A esto me refería cuando he dicho que “la sierra se me hacía chica” al conocer esta zona.

Guiados por la mano maestra de Mariano nos dejamos caer de los Terrones a la ribera izquierda del Cucharas para acercarnos tras “”un sembrado de pinos por las terrazas de cultivo de antaño”, que “”sirven para cerrar el paso”” y “para tener más pinos en la sierra””, al cortijo de Luciano y de allí, por la pared de la derecha del cortijo coger la senda que nos baja a tomar la senda que viene de la Peraleja y llevarnos de nuevo a los Nerpeños, donde, y esta vez sí, saciamos la sed de forma rumbosa y, refrescamos partes de nuestra piel tan necesitada de frescura en estas horas.

Aquí viene otra gozada, pasear por la ribera derecha del Chillar hasta Los Vadillos y, puede, que algunas fotos digan algo de lo que se puede apreciar paseando por esta verde, sombreada, fresca y acogedora pista.
Todo un gozo, de verdad.

Nos quedaba para el final un grano, digo, un remate, subir la Escalera del Puntal, y a estas horas de la tarde.

Bueno, lo que haya que hacer, cuanto antes, mejor.

Sólo queda secar el sudor y “hacer penitencia” en el Mermecino, en el Puente de los Agustines, “en compañía, por fin, del pariente”, que gusta de cerveza el pobre, pero que no siempre puede regalarse ese ratico, pues largo es su camino de vuelta y valor tiene, gusto de más, de venir tan asiduamente de Jaén a estas sierras a hacer ruta, a conocer, o a volver a pisar, como hoy ha sido el caso, terrenos ya conocidos de veces anteriores, pero que tanto le apasiona y vive.

Reitero las gracias al “todavía, ni pequeño belitre” de Mariano, algo habrá que hacer al respecto, por llevarnos “de la mano” a conocer escaleras y sendas de esta Sierra, por una de las zonas más bonitas, las de los tributarios del Chillar, las de Carrales, y, hasta otra, que espero sea pronta.



Cortijos del Morro entre el Carrales y el Hoyo y Ojuelo.

[pepecabrera]

Ya el pariente ha dejado "claro" lo de la mierera.

Qué fresca estaba la mañana a estas horas y tras la tormenta.
Todo un disfrute.

No todo el monte es orégano, pero algo cojimos.

Dice el paiente que la pudo coger porque era temprano y están algo dormidas: Ja, ja y ja.
Si es a las dos de la tarde tampoco le vale, elemento.

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También enganchó una cigarra.

Un ramito de orégano.


""Hasta con el agua arrambla""


Por la laguna de Carrales.

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Mariano, esto sí es un rutero de postín, poniendo hitos, como tiene que ser: ole, ole y ole.

¡Lo que esconde estos rincones!

Mariano, poniendo los puntos sobre la íes.

En el cortijo de Amador tras bajar la Escalera.

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En esta ocasión la bajada la hicimos escorándonos más hacia la izquierda, pero de todas formas la bajada está algo perdida, digo, enmatojadilla.

Y hay que pasar el Chillar ...

... con recuerdo o sin él.

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Represa que hay un poco más abajo.



Refrescándonos en los Nerpeños.

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Clara senda que nos llevará al Cuco tras pasar por el Molinillo.

En Julio con este verde-frescor.



Mete las manos en "tos laos".

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Pasando el Cucharas.



En el Cuco

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Mariano, "detrás de la mata".

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En el Carrales.

Indicadores de pintura por su cerrá.