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Cita:
---Un saludo |
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La hora en el móvil y es que, pariente, no sé quien pagará el recibo de la luz del reloj u otro motivo, pero la echan cuando está amaneciendo, vamos, cuando no hace falta. Preguntaré. No se merece esta foto el Borosa, ... ...más bien su paleta de luces. Volvemos de nuevo para contemplar el Borosa, observar su discurrir, relajar la mirada en sus aguas de verde cristal y espumas blancas. Rocas perfiladas por aguas bravías que las liman y pulen, que suavizan sus caras, que embrujan y “cantan”. Subimos en el silencio roto, en ese ronco bramar de aguas rompiendo y que labran el surco de su camino. Ascendemos su curso, y donde las paredes se juntan, la imagen penetra en sensaciones sonoras. La Cerrada de Elías nos adelanta lo que va a ser su fuerza en los rápidos, donde la piedra no puede sujetar su empuje y se observa labrada en formas grotescas, pero que ilusionan y llaman. Se cierra la subida con las paredes del Haza y los filos de la Tabarrera, pero el agua tiene su salida, la ha trabajado con paciencia para caer erecta y esbelta, blanca y bella, rota y fina, para que le pongan un gran nombre, el que con su caída asemeja, el de ese tremendo instrumento que sólo se debe escuchar en un gran enclave, en una catedral, como él, en su SIERRA. Dejamos los Órganos, cruzamos los CHARCOS de los túneles con su acequia de agua que rápida y alegre nos acompaña. No queremos pisar los CHARCOS y por el borde de la acequia los superamos con éxito, cuidando la testa y la acequia. Nosotros sí, otra visitante por no meter “LAS PATAS EN EL CHARCO, METE TODO EL CUERPO”. Bonita situación para la pareja; a kilómetros de su coche y de su alojamiento o vivienda. Bueno, ahí queda la cuestion, digo, los charcos. Como nos hemos adelantado, a petición de Gregorio, y ya diré porqué, nos acercamos a ver el espectáculo del borbotón, del nacimiento del Aguas Negras, que ya nos mostró Fernando en su incursión. Merece la pena ver saltar, borbotear, salpicar en su fuerza, esa agua salida con ímpetu de las entrañas. Regresamos al tramo entre túneles porque Gregorio y su amigo quieren subir por el canuto del Picón del Haza. Ya en la ruta del Cinto de las Higueras subieron, por equivocación, por la cuerda de piedra que viene del Cinto, y que no me extraña que hasta sea más difícil de superar, como ellos dicen (no saben bien que ruta siguieron para ascender al Picón). Tienen facultades de sobra para hacerlo “con la gorra”. Cómo se mueven estos dos. No me animo, les indico el canuto y los fotografío en el primer tramo, para regresar, yo, y “hacer la subida por donde lo hacen los animales”, por la senda que se toma antes del segundo túnel. Cuando voy por la mitad de la subida ya están llamándome desde lo alto con voces de contento. Nos vemos en el Picón y, como he vuelto a poner otros tantos hitos, la bajada es rápida y alcanzamos al numeroso grupo que ya se dirige a tomar la Cuerda de Las Banderillas. Ruta que pica hacia arriba hasta coger la senda que viene, o va, desde el Pinar Negro (se toma por los primeros pinos que aparecen, lógicamente a la izquierda). Antes es obligado contemplar gran parte del Parque, y debajo, El Fraile, el Cinto de los Frailes, la Escalera, el Castellón del Haza, el Cinto de las Higueras y el Picón. Bajamos el gran y deteriorado Tranco del Perro tras asomarnos al Puntal del Águila y dar un último vistazo a los cintos. Tomamos el Collado de Roblehondo y la senda que nos bajará a Los Villares, tras pasar el Arroyo de su mismo nombre y tomamos la sendilla que lleva al derruido cortijo de la izquierda, antes de enlazar la senda con el jorro o senda de arriba. Desde el cortijo se debe tomar la veredilla que sale más alta, que superará los chopos, pues de lo contrario, si se toma la “que parece mejor” y “más lógica”, tendrás que dejarla al llegar a los pinos y subir un empinado tramo hasta las caídas paredes de los cortijos de los Villares. Tomando por debajo del buen almendro, siguiendo la cota de por debajo de este, por debajo de la era, se puede encontrar con la buena fuente, pero bajando un poco más. No puede uno resistirse a beber un buche de agua de la límpidas aguas de este manantial y volvemos a coger altura para toparnos de nuevo con la senda que, a través de la Cuesta del Topadero, nos bajará a la confluencia del Arroyo del Ruejo con el Borosa, en la misma pista. En la Cuesta hay que volver la vista atrás para mirar por última vez en el día del Tranco al Haza y de reojo el bonito Castellón del Moro. Hemos terminado la buena caminata con algo más de veintisiete km, y quedamos emplazados a la tradicional travesía del Borosa al Aguasmulas, de la Piscifactoría a Los Bonales, a la nombrada RUTA DE LAS BANDERILLAS CON SUS 33 KM Y CERCA DE DOCE HORAS, que tendrá lugar el próximo sábado. No será un rutón, ni un rutón-rutón, será toda una RUTA, con mayúsculas. Última edición por pepecabrera; 08-Apr-2013 a las 16:40 |
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Canuto del Picón Aguas Negras desde la Cuerda del Banderillas |
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Somos los primeros en llegar. Entramos en la Cerrá ¿Cenajo del Toro? |
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Nos reagrupamos en la central, pero nunca llegará Manolo, Pedro y los de Sabiote, pues ... A perdonarnos, apañaos. |
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Toba: plantas,sedimientos, cal y tiempo. El quiere llevárse también. |
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Gregorio y su amigo, los que subirán por el canuto del Picón. Cómo se mueven. ¿Esta es la zona de la Cerrada de la Toba? Microgotas de agua en suspensión. Mal fotógrafo. |
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Filos del Barranco de la Tabarrera. Paredes del Picón con los túneles. Al agua pato. |
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Aguas Negras Nacimiento |
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