Esta
ruta de Gran Recorrido de la Sierra de Segura discurre por zonas
de menor altitud, lo que nos permite disfrutar de un paisaje humanizado
en mosaico donde las suaves lomas olivareras de las zonas bajas
dan paso a los pinares de carrasco, negral y piñonero de la media
montaña segureña, además de manchas de encinar, bosques de galería
(especialmente bellos en otoño) y pequeñas vegas. La ruta es también
un balcón natural desde el que se contemplan hermosas panorámicas
de los Valles del Trujala y el Guadalimar, las estribaciones más
orientales de Sierra Morena y las inmensas llanuras de La Mancha.
La ruta no presenta ninguna dificultad ni tiene fuertes
pendientes.
El
Gran Recorrido arranca en Hornos de Segura,
pequeño pueblo de casas blancas en lo alto de un roquedo, con
amplias vistas al embalse del Tranco y otros parajes. Atraviesa
La Puerta de Segura y finaliza en Villarrodrigo.
Pasa
también junto a restos de fortalezas medievales
y pequeñas aldeas y cortijadas donde
aún se puede sentir el ritmo pausado de la vida más tradicional.
El camino conecta con diversas rutas de Pequeño Recorrido
por los que se accede a Puente de Génave, Arroyo del Ojanco, Torres
de Albanchez y Génave, pueblo éste último que ha adquirido notoriedad
por la producción de aceite procedente de agricultura ecológica.
Los
olivares segureños producen aceites con Denominación
de Origen que están entre los mejores del mundo.
En invierno, el caminante podrá observar las faenas de la recogida
de la aceituna, y dejarse acompañar por los cantos de las pequeñas
aves migratorias que acuden masivamente a invernar desde el centro
y norte de Europa.
Entre
os animales más llamativos y frecuntes están la ardilla,
el zorro y el jabalí,
pudiendo avistar ocasionalmente la cabra montés. Son abundantes
el zorzal y el arrndajo, mientras en lo alto del cielo es fácil
ver la silueta de rapaces como el ratonero y el águila culebrera.
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